fanfiction

Un poco de fight fiction! (fan fiction de fight club). No sé si exista algo de fan fiction entorno a fight club pero me dió por escribir unas cuartas de eso. La idea es un side mission del project mayhem. Si no han visto la película well... don't read it! Primer texto que escribo en narrativa de primera persona y en tiempo presente! es díficil escribir así!

Mi nombre es Rupert, llevo 4 meses en Project Mayhem. Era cuestión de tiempo antes que Tyler viera el potencial, era cuestión de tiempo antes de ofrecerme un poco de crédito. Muchas veces me preguntó cómo pasé de ser un idiota de recursos humanos a golpear a mi jefe con una viga en la espalda, colocarle un trapo bañado con formol en el rostro y arrastrarlo hacia un matadero abandonado.

Mi jefe no es una basura, una basura es algo dinámico y digerido, este payaso es un producto con empaque. Este idiota es la caja en la que vienen envueltas las jeringas. No lo odio, pero no puedo evitar reconocer que es un idiota. Se ve particularmente entretenido desmayado en el piso de un cuarto con una iluminación tan decadente como ésta. Vaya vaya, miren quién está despertando.

-Dónde estoy? Rupert? Qué carajo crees qué estás haciendo?
-Bienvenido Milton, te explico la situación. Estás en una habitación durante las próximas horas, esto debido a que un golpe terrorista está siendo organizado y no podemos darnos el lujo que alertes a las autoridades correspondientes con tu acceso directo segun protocolos de seguridad.
-Rupert, cállate la boca. Dame mi celular. Dónde están mis cosas?
-No volverá a ver sus pertenencias, al menos no las que tenías encima, tuvimos que desecharlar luego de golpearte. Te explico Milton, no vas a salir de esta habitación todavía.


Hace 4 meses no podía hablarle a esta lagartija, hoy siento como si estuviera hablando con una planta. De hecho una planta produciendo dióxido de carbono, producir oxígeno es una acción demasiado productiva.
-Rupert, no sabes en qué problema te estás metiendo.

Pobre Milton, camina muy rápido en mi dirección. Con un sólo empujón lo tiro al piso como el muñeco de trapo que es.
-Rupert! hijo de puta! me empujaste, me emputaste... cabrón.
-Milton, cállate.
-Voy a partirte el culo.
-No, Milton. Eso no va a ocurrir. Si vuelves a acercarte voy a golpearte en la cara y si luego de eso te acercas de nuevo voy a reventar tu cráneo contra la pared.
-Eso crees basura?

Creo que me voy a saltarme el golpe en la cara. No pensaba que estremecer el rostro de una persona contra una pared pudiera aflojar de tal medida las baldosas. El rebote es similar al de un balon de basketball sin aire.
-Puta madre! Tengo que salir de aquí! Maldito salvaje.
-No puedes Milton, si vuelves a intentar salir te voy a fracturar un brazo.
-Maldita sea hijo de puta! Rupert no puedes dejarme atrapado en esta mierda, qué carajo te pasa? estoy sangrando coño! ayúdame! Quién te crees que eres?
-Milton, acabo de tomar una decisión. Voy a partirte la mandíbula si no te callas la boca. Aun mantengo mi posición de partirte el brazo si te me acercas en caso que pienses que son condiciones excluyentes.
-Maldito animal...
-Dijiste algo Milton? Eso sonó como un insulto. Te crees mejor que un animal Milton? Peleas mejor que un animal? eres más leal que un animal? Qué te hace superior a un animal? Crees que eres mejor animal que yo?

Milton no dijo una sola palabra. Este es el momento donde debería haber soltado una carcajada o una sonrisa de sadismo, pero esto no se trata de sadismo, se trata de supervivencia. No hay ningún tipo de retribución para mí, el afortunado es el idiota que se encuentra sangrando lejos de su trono de porcelana y catálogos electrónicos. A punto de darse cuenta que el universo no gira en S&P500 y el balance de fragmentación de su disco duro.
-Punto de referencia.
-Qué?
-Punto de referencia, imbécil. Ahora que no tienes una corbata de 40$ y una oficina con cafetera puedes entender que independientemente de cuantos libros leas, la cantidad de shampú en tu baño o el tipo de coca-cola que vendan siempre existe alguien que puede partirte la cara. Ahora vamos a guardar silencio durante 3 horas.