Siempre que pasaba por la autopista a la altura de Plaza Venezuela, en Caracas, veía una estatua de una mujer desnuda montada en lo que pensaba era un animal místico. Resulta que no.
Ella está montada en un tapir. No sabía lo que era un tapir como tampoco sabía que el narwhal existía. El poco respeto que tenía por esa estatua era que capaz pertenecía a un mundo de fantasía. No solo no pertenece a un mundo de fantasía sino que es un animal super balurdo. Pudiera estar montada en un chigüire o un perro, vaya demencia.
Yo no soy santero, pero no le pudiera tener mucho aprecio a una caraja que llega desnuda montada en algo que parece un Wuzzle de cerdo con chigüire.
buenochao!
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