Jan 7, 2013

Paul "Go Home I'm Better Than Batman" Thomas Anderson

En estos días fui al cine a ver lo que estaba seguro iba a ser una obra maestra.

...of my domain.
The Master es la última película de Paul Thomas Anderson. Todas las películas de este director son abrumadoras en todo sentido. Sin duda su realización es impecable y el trabajo con los actores es crudo, de una manera que te hace pensar que no has vivido tanto. Hay secuencias que te hacen pensar que esas emociones humanas que transmiten los actores son nuevas y únicas.

Yo soy un fan del best-seller, del camino del héroe y todas esas historias convencionales, Paul no lo es, sus películas son prodigiosas. Paul Thomas Anderson es al cine lo que John Petrucci es a la guitarra eléctrica. Y en este punto me pregunto si ha ido demasiado lejos.

Yo fui al cine con dos amigos que no son profesionales del cine. Son gente que ama el entretenimiento, tienen un conocimiento amplio y son espectadores muy abiertos. No se divirtieron, sintieron que perdieron el tiempo, y demás críticas entendibles. Pero por el otro lado ahí estaba yo con la boca abierta viendo unos planos con una profundidad infinita, con una estética impresionante rodada en cinta de 70mm -hazaña que siempre ha sido desempeñada por películas de acción y grandes épicas. Las actuaciones eran de otro mundo.

Recuerdo un plano en particular, un seguimiento del protagonista por un muelle, y estar boquiabierto. Era un simple seguimiento con el foco del fondo impresionantemente cortado que formaba un bokeh con las luces de un barco. Luego había un trasfoco y parecía que alguien hubiera dibujado la luz. Paul convierte un primer plano en un sentimiento.

Yo estaba sentado en mi silla preguntándome cómo alguien puede crear esos díalogos, mover la cámara con tanta elegancia, trabajar esas emociones con los actores y mil maravillas más. Era como un simple guitarrista de punk viendo tocar en vivo a un prodigio de la guitarra.

Cada plano era perfecto, cada secuencia única y cada personaje era tan visceral y distinto que me sentía como si me estuvieran personas más complejas de lo que jamás me pudieran describir en un libro.

The Master es una obra maestra. Sin más. Pero Paul Thomas Anderson ha ido muy lejos.

Y la realidad es que estos personajes son tan reales y particulares que la empatía que podemos generar hacia ellos no puede ser artificialmente plantada. El personaje de Joaquin Phoenix es una pieza de interpretación increíblemente compleja, e impenetrable. Durante casi 3 horas no podemos entrar en su cabeza, no podemos adentrarnos en el personaje. Solo estamos ahí, viendo realidades, percibiendo emociones. No hay empatía porque no hay similitudes con nosotros mismos, somos espectadores. Nunca hemos estado ahí, nunca hemos sido él, nunca hemos tomado esas decisiones. Y estos personajes cuando se quiebran no mendigan lástima.

Esto es típico de la filmografía de Anderson. Sus películas son impredecibles. Solo nos sentamos a ver los eventos desenvolverse y apreciar la absoluta sinergia de cada departamento creativo en acción. Sí, tiene 3 actos, y tiene todos los demás ingredientes si te pones a buscarlos. Anderson es tan inteligente que él hace todo lo que tiene que hacer. Cuando pareciera que el guion no va a ningún lado, ahí llega Anderson y coloca como un mago esa pieza de la estructura tradicional. No es hasta el final que se dibuja todo el arco de la historia. No es hasta el final que ves toda la forma, mientras no llegas no sabes qué pasará.

The Master es la mujer perfecta, de la cual simplemente no te enamoras. La ves caminar por la fiesta en su flamante vestido de gala, hablar de sus viajes por el mundo y te deslumbra con sus historias y experiencias, pero no te enamoras.

Le pondría un 10 en IMDB, pero algo me dice que no puedo. Algo me dice que el 10 es del director, el 10 es de los actores, el 10 es del guionista. Siento que The Master es de las mejores películas que he visto, sin duda la mejor realizada, pero no es mi película favorita. No cambié como persona al salir de ver The Master. Leí el mensaje, y lo entendí, pero no hubo un reflejo en mi vida. Es la historia de alguien más.

Paul Thomas Anderson es el pianista con todo el talento del mundo que no tiene interés de llenar una sala. Paul puede hacer lo que sea, pero decide hacer lo más difícil que hay en el mundo del cine: hacer el mejor cine del mundo, un cine que se siente real, convertir una ficción inimaginable en una realidad jamás vivida. Y lo logra. Lo logra.

buenochao!

1 comment:

bigzaqui said...

gracias por la recomendacion :)