Cuando la gente me comenta lo mucho que me dio Venezuela, las cosas que conseguí en ella, la gente que conocí y las experiencias que no pude haber tenido en ningún otro lugar del mundo solo puedo pensar en aquella cita de Jurassic Park.
Life finds a way.Sí, la vida consigue un camino. La gente resuelve, eso es lo que hay. Es como cuando vuelves a una relación luego que te montaron cachos y te dicen "al final todo sirvió para mejor". Y no, no es así. Al final simplemente te estás cogiendo a alguien más, y ya que estamos buscando, pues, te buscas a alguien que no te trate mal --si es posible, que esté más buena para arrechar a tu última pareja.
¿Quién mejor que Jeff Goldblum para explicar mi punto de vista más objetivo sobre lo que ocurre en Venezuela?
Y es que eso es Venezuela para mí: Jurassic Park, un sitio super bonito que se suponía que iba a proveer de felicidad a millones de personas y luego todo se fue a la mierda porque una parcela de mamagüevos egoístas jodieron todo robando productos generados por dinosaurios (petróleo en el caso de Venezuela y los óvulos de dinosaurio que roba Newman en el caso de Jurassic Park). Eso y que cuando llueve todo se va a la mierda.
La Regional del Centro en época de lluvias. |
Mi actitud al ir a visitar de nuevo mi país es la misma de Jeff Goldblum en Jurassic Park 2, la única razón por la que voy es porque gente que me importa está ahí (Jeff Goldblum vuelve al parque porque su novia va en la expedición, en caso que no recuerden la película). Pero sé que lo mejor que puedo hacer es llegar, ocultarme y hacer lo posible de sobrevivir en un sitio cuya infraestructura se fue para la mierda. Abandone a la novia mentirosa y promiscua y estoy con otra, en mi caso España, que en 2 años ya escogerá a su propio presidente chavista cuando le toque el turno, pero ya quemaremos ese puente cuando lleguemos.
De resto, nadie debería vivir en Venezuela a menos que sea un fucking dinosaurio come gente. Hasta a un T-Rex le iría mejor en Caracas que a cualquier ser humano. Ni siquiera necesita que las manos le lleguen a los bolsillos, porque no hay real.