Jul 10, 2010

no pain, no gain...

Desde pequeño he entendido que las grandes historias son las de aquellos que nunca se rinden. Durante años he sufrido los partidos de España, de un equipo que tiene como destino entrar en la historia y siempre se queda en las puertas de los libros.

Veo por las calles a gente con banderas de Argentina, Brasil. Son los mismos que abandonan sus camisetas del Real Madrid y el Barcelona para vestirse con el supuesto campeón de turno, qué poco se puede sentir un escudo. El equipo de mi país natal nunca ha ido a un mundial, sin embargo yo fui criado por españoles, en su cultura, en su mundo. Es mi tierra y mi herencia, y no dudo en sentir mi hogar al otro lado del mar. El vínculo que me une no es de pertenencia sino de sangre, de cultura. Yo no escojo irle a una selección, es mi deber, es lo que me llama el corazón. Si era hora de caer en primera ronda, pues caemos todos en primera ronda. Si era hora de quedar fuera del camino, pues que nos saquen, siempre a la fuerza, siempre en la tragedia, siempre en el dolor.

De maldiciones se hablan, las mismas maldiciones que supuestamente evitarían que mi Real Madrid de 1998 se llevara la Liga de Campeones, a mi ninguna copa me vistió de blanco y no necesito una estrella para vestirme de rojo, tampoco supersticiones estúpidas van a evitar que lo haga.

Con una sola derrota frente a Suiza, a la roja se le arrancó la ficha de favorita de un segundo a otro. "La misma historia", "Mucha liga, poca selección", nadie creía en la roja, esperaban milagros. Afortunadamente el fútbol, igual que la vida, no es una cuestión de superstición o dogmas, es una cuestión de talento, inteligencia y esfuerzo.

Mañana se juega la final de la copa del mundo, y la España que todos dejaron por fuera se encuentra firme esperando su momento. Pase lo que pase ya no creo en nadie, no creo en milagros, no creo en maldiciones, no creo en la suerte, creo en mi selección.

El lunes la mejor selección del mundo va a tener una estrella tejida en su camiseta, y sea quien sea lo tendrá merecido. Y si nos toca caer nuevamente, pues caeré, siempre fiel, siempre de rojo, ya hemos caido antes y hemos sabido levantarnos.

A por todas, a por los libros, a por la historia, a por la copa, a por el mundial, a por esa estrella, A POR ELLOS!!

2 comments:

Isaac Gil said...

Excelente!

Cynthia De Oliveira said...

Brrrrrrrrrrrrrrrrravo. En efecto. Constancia, calma ante la adversidad, coraje de levantarse a seguir adelante y pulso de hierro. Y ya nos vestiremos de vinotinto y tricolor cuando nos toque :) ¡¡Arriba la sangre Y OLÉEEE!! 8D