Apr 2, 2014

Julius Coconut


Existe un debate de apropiación del discurso de los podres y la condescendencia de otros estratos sociales como base de un discurso opositor. Se habla de figuras como Julio Coco tomando relevancia y la eterna promesa de los barrios saliendo a la calle. Con ella la excusa de la glorificación de la figura típica del chico humilde, negro y pobre que ya no cree en este gobierno, como si así se evidenciara que a este gobierno no lo apoya nada. Como si un estado democrático se estableciera únicamente con votos, la otra gran mentira.

Y es así como la clase media visita un discurso que no necesita, porque sus problemas son igual de válidos que aquellos de la gente en los barrios simplemente porque son suyos. Si hay un problema es de forma no de fondo.

Voy a dejarles algo claro, ustedes pueden protestar por la causa que quieran: apoyo al matrimonio gay, el aborto, Internet gratis, agua potable, acabar con la Malaria. Y no tienen ni que ser maricos, abortar, tener sed o no tener real para pagar ABA para luchar por aquello que piensan es justo.

Tu discurso no deja de tener validez por no haberlo vivido mientras entiendas el problema, sus soluciones, cómo te afecta o afectará y te sientas identificado. Esto se llama educación.

Un gobierno no es para resolverte los problemas a ti nada más sino para representarte y actuar bajo tu aprobación. Y lo que no entiende el chavismo -ni ningún gobierno autoritario- es que tiene que rendirle cuentas y representar a todo el mundo, incluso a los que no le votaron.

El hecho de vivir estos problemas te hace una víctima y como víctima existe un plano personal que hace tu lucha claramente comprensible, pero no más. Pero si no eres una víctima, es tu responsabilidad como ciudadano de un estado democrático de exigir no solo los derechos que tienes sino los derechos de los demás y que sean respetados. Porque si algo hay que exigir es justicia por encima dentro de todas las cosas.

Esperar que los barrios resuelvan tus problemas cuando no tienen dinero, educación o discurso, es surreal, irresponsable, facilista, reaccionario y parte del problema de representación de la oposición venezolana actual.

Y sin más, anuncio mi postulación como candidato presidencial de la República Bolivariana de Venezuela, panas.

Buenochao!