Mamita... ábreme la puerta

Recuerdo que una de las cosas que le dio chance a mi papá de hacer fue decirme que una chama vale la pena cuando al tú abrirle la puerta del carro ella se inclina para abrir el seguro del lado del pilot. Esto también lo vi en una película, pero mi padre no era un carajo del mundo del cine, así que creo que eso debe ser alguna costumbre italiana, o parte del sentido común masculino de los setentas. A mí el destino nunca me ha favorecido con un carro con seguros eléctricos y yo siempre he sido caballeroso, por lo que el exámen me sale gratis.

Durante un tiempo mi camioneta tenía dañada la cerradura de la puerta, por lo que muy elegantemente me bajaba del lado del copiloto cuando estacionaba y al montarme dependía de la suerte de mujer con la que estuviera saliendo. Una vez me pasó que di la vuelta por el carro y la caraja ni se inmutó a estirarse, me quedé como un pendejo esperando que abriera hasta que toque con las llaves el vidrio buscando que entendiera. Luego venía una charla de unos diez minutos explicando cómo se me dañó el cilindro de la cerradura.

Sonará como una idiotez medir a una persona de una forma tan ridícula como ver que te abra el seguro de un carro que debería tener una alarma decente, considerando el país en el que vivimos.Pero eso siempre fue una gran primera impresión. Detalles pues, de esos que hacen a la gente genial.

Un amigo una vez me comentó que era ineficiente abrirle la puerta a una chama, si ya estabas enfrente de tu puerta perfectamente podrías aprovechar el recorrido de ella para entrar y abrir desde adentro, tiene razón. Yo tampoco era de los que daba toda la vuelta, no lo soy. Había veces que salía y cuando me estacionaba al bajar pensaba "oh mierda! tendré que abrir la puerta" pues el asiento del copiloto era el más próximo a la vía de entrada del lugar. Creo que era cuestión de suerte, pero siempre la puerta estaba de ese lado (y sí, ella siempre pasaba la prueba).

Los celulares y la tecnología hacen que sea tan gratis llamar a alguien que no tiene ningún esfuerzo o costo asociado. Comunicarte con alguien simplemente indica presionar unas cuantas teclas, eso si no cuentas los tres mil bolívares que costó el celular. Antes me imagino que había que esperar a una hora específica para llamar, ir y buscar un teléfono, hacer la llamada y concretor lo mejor que puedas. Hoy en día le escribes a alguien "¡Hey! ¿Qué más?!". Todo el mundo se comunica como si estuviera ladillado en su casa sin nada mejor que hacer.

Sin embargo "la prueba del seguro" demuestra capacidad más no garantiza desempeño. Comparo esa prueba con el TOEFL, que es todo menos un exámen de inglés. Pasar el TOEFL no significa que hables inglés, pero si lo raspas te puedo garantizar que no lo sabes. Lo mismo este detalle, si la caraja te abre la puerta no te garantizo que sea el amor de tu vida, pero si no lo hace mejor explota el carro y ves si la bruja arde.

buenochao!