Sep 20, 2011

Finales reflexivos (lecciones en narrativa)

La definición matemática de reflexividad  es muy aburrida para este blog, entonces hablemos de la reflexividad en las historias.

Una de esas frases balurdas que la gente dice es que mientras más cambiamos más permanecemos igual. A pesar de que suena como una estupidez, a veces aplica. Tal es el caso de grandes historias cuyo ciclo se cierra en el mismo punto que comienza, pero con un héroe más sabio y preparado para nuevas aventuras. Este estilo de historias permiten retomar al personaje nuevamente, pero cuando cierran en su mismo origen, como un nudo, hay un sentimiento de madurez casi abrumador. Pudieran sacar mañana mismo otra película de Bourne, por qué no? Pero evidentemente tendría que escapar de todo el concepto de la trilogía inicial, tal como lo hicieron los libros posteriores al trabajo de Ludlum.

Vamos con los ejemplos.


LOTR: Todo empieza en La Comarca, con Bilbo buscando de empezar una nueva aventura, y dejar atrás una vida de la que se siente orgulloso. La historia da infinitas vueltas, de hecho da más de 500 páginas de vueltas y termina con el pequeño Frodo siguiendo los pasos de Bilbo. Ambos son un par de hobbits que han vivido grandes vidas, y con gran coraje deciden aventurarse más allá. Más bellos, no? Y por el lado heterosexual de la historia... el anillo es llevado al mismo infierno donde una vez el rey de los hombres decidió quedarse ese pedazo de bisutería para sí mismo. El anillo solo puede ser destruido en el mismo sitio que fue forjado, la necesidad del autor de redimir a una civilización que se dejó corromper. Y donde un rey falló en salvar a su pueblo, el otro arriesga su vida para partirle el culo a un Nazgul (en una de las escenas extras más cabillas del cine) y posteriormente darle suficiente chance a Little Frodo de ponerse las bolas y quemar el anillo. La humanidad aprende su lección y donde una vez hubo egoísmo, ahora hay sacrificio. Fuck yeah! El rey vive una vida larga y próspera y Orlando Bloom se convertiría en pirata. Genial.


Bourne: Esta trilogía es lo máximo. No voy a escribir de más, no quiero alebrestarme. Cómo empieza Bourne? Con 2 tiros en la espalda sumergido bajo el mar luego de dejar atrás su identidad y todo lo que es. Cómo termina? Piénsenlo. Termina igual, solo que por decisión propia. How cool is that?! Jason Bourne, muere dos veces. Mejor dicho, se mata dos veces. La genialidad de esta trilogía se centra en una historia de descubrimiento personal, que inevitablemente lleva al mismo desenlace. Bourne descubre quién es solo para renegar una vez más sus orígenes (y hacer una transición a los crédito con la canción de Moby). Es esta consistencia que tiene el personaje la que hace a Jason Bourne un verdadero bad-ass. "Me recuerdo quién soy... y borro mi identidad, bitches!"

Er Conde Jones: no, estoy jodiendo.

Estuve pensando en otros ejemplos, pero pocos estaban a la altura del ciclo que traen la Trilogía Bourne y LOTR. Si tienen algunas ideas, siéntanse libres de comentar.

buenochao!

1 comment:

d@N1 said...

Chamo mismamente Star Wars. Anakin (protagonista de toda la saga a mi entender) empieza siendo una persona buena, sincera y preocupada por todo lo bueno que se te pueda ocurrir. Después de mucho cogeculo, se redime y,...digamos que no es un carajito pero vuelve al lado bueno. ¿Qué dices?