Nov 18, 2012

Agua (lecciones de narrativa)

El agua es un elemento catalizador de vida. En el mundo de las historias el agua tiene un papel muy importante. El bautismo, por ejemplo, es el sacramento en el cual los cristianos a través del agua se convierten en miembros de esa religión.

En Kingdom of Heaven (el director's cut es una de mis películas favoritas) el personaje de Orlando Bloom naufraga, y esta secuencia sirve como transición a una nueva vida. El viaje marca de una forma contundente la transición entre el primer acto y el segundo. Al comparar con Gladiator, otra película de Ridley Scott, ocurre una transición de personaje similar. Cuando Maximus, Russell Crowe, es rescatado y convertido en esclavo, realiza un viaje que da inicio al segundo acto. Este viaje se lleva a cabo en el desierto, y en comparación con la secuencia de Kingdom of Heaven tenemos una zanja mucho menos marcada entre un acto y el otro. Esto es intencional. En Kingdom of Heaven, una obra de 5 actos, el primer acto presenta el pasado del héroe, posteriormente descubrimos su motivación, podemos olvidarlo y zanjar ampliamente esa secuencia. En Gladiator el primer acto es el objetivo del héroe, no podemos olvidarnos de él. Maximus perdería empuje y la historia divagaría en subtramas.

La presencia del agua en una película puede representar un objetivo, más allá de un medio. El agua es un objetivo de caracter subliminal. En películas post-apocalípticas como The Road y The Book of Eli llegar al agua significa salvación, significa vida en un ambiente de muerte.

Seguro Denzel tiene sed.
En ambas películas hay un elemento en común: no hay agua. Incluso, en The Book of Eli el agua es un recurso extremadamente valioso que define la economía de la civilización. Y aunque el agua del mar no se puede beber, ambas películas alcanzan su objetivo cuando el protagonista llega al mar -en el caso de The Book of Eli cuando llegan a una isla.

En Dawn of the Dead el objetivo de los supervivientes es escapar en un barco a alta mar. Es el agua el elemento subliminal que hace entender al espectador que ése es el camino a seguir. Relájate, habrá agua. Incluso en el prólogo de 28 Weeks Later la vía de escape del padre es un pequeño bote a motor en un pequeño río. Si me preguntan, hay formas más glamorosas de escapar a una horda de zombies, pero dudo mucho que alguien hubiera considerado que escapar en una moto de cross era mucho más efectivo.

Otro uso del agua es como elemento de limpieza (wowwwww, Cristian, eres un puto genio). Piensen en esta imagen: el héroe tomando un baño. Alguna vez han visto una película en la que el protagonista se bañe extremadamente rápido y salga como si se hubiera dejado una pizza en el horno. No hay muchas. Piensen ahora en la imagen del héroe bañándose a la velocidad de un caracol, limpiando sus heridas de bala y creando un preámbulo a una nueva secuencia donde lo vemos renovado y como un ser humano totalmente nuevo. Esto no cae en la simple lógica de se bañó. Bañarse no cura heridas de bala y no necesariamente tiene que tomarnos 20 minutos.

En Quiero, un cortometraje en el que tuve la suerte de participar como primer ayudante de dirección, se cuenta la historia de Darío, un niño sordociego congénito, y el agua es el elemento que cataliza la primera vez que el niño se comunica con su madre. Lo interesante de usar el agua para mostrar esto es que el espectador encuentra natural la necesidad de un ser humano de beber. Cualquier otro objeto necesitaría ser plantado intencionalmente dentro de la planificación. Habría que verbalizar la situación y enmarcarla dentro de un ambiente de causa-efecto. Como no es el caso, la secuencia de planting se resume a regocijarnos con unos planos de Darío siendo bañado por su madre en luz natural. Cuando luego Darío exclama por agua en su primer intento de comunicarse con su madre, el espectador entiende lo que está ocurriendo, el planting es solo una justificación anterior a estos eventos, no un presagio.

Hay mucha intencionalidad en esperar/conseguirte a alguien que amas en un muello. Pregúntenle a Jennifer Connely al respecto.


Luego tenemos el agua para identificar el paso del tiempo. Este uso es mucho más común en la literatura. Consideremos 2 frases:

  • Se sentó a esperarla al lado del río.
  • Se sentó a esperarla en la parada del bus. 

Obviamente percibimos la primera opción más duradera. El autobús pasa cada 10 minutos, y tenemos internalizado que la gran mayoría de las acciones mundanas como esperar por el tercer autobús no existen en el mundo de la narración. Pero la primera opción indica el flujo del agua, flujo del tiempo. Bien se pudiera colocar al personaje al lado de un reloj de arena.

Ya saben, el agua no es solo para beber.

buenochao!

1 comment:

Selaromi said...

Agua y sed.. serio problema