May 12, 2013

Cómo hacer mucho dinero y aquello que amas

Hay muchas maneras de hacer dinero, voy con la primera.

Vende televisores.

Sí, ahorras un poco, te compras unos televisores de última tecnología al por mayor y los vendes en Internet a precios más baratos que las tiendas. Fácil, aunque capaz quieres un negocio que tenga más capital humano porque no te ves como un empresario. Para eso está la segunda opción.

Comienza a trabajar medio tiempo, métete en un gimnasio y dedica unos 6 meses a transformar tu cuerpo en conjunto con unas clases de Pole Dancing. Luego haces unas audiciones en un bar de strippers y listo. Tendrás un trabajo que paga hasta 4 veces más que el de un ingeniero.

Listo, ya sabes hacer dinero.

Ahora, ¿cómo haces aquello que amas? Vas y lo haces.

No saben lo mediocre que alguien se oye hablando de la gente que se gana la vida horneando cupcakes o su versión clase baja, vender café en una avenida.

Les cuento, hay putas que ganan más que cualquiera de nosotros. Hay putas que cobran miles de dólares por noche, y el año tiene cientos de noches. Y ya.

La próxima vez que escuche a alguien diciendo "voy a dejar mi carrera y ponerme a hornear cupcakes" le voy a soltar un coñazo. Todo esto es culpa de una generación que decidió asociar la mano de obra profesional como dinero gratis. Sí, eres un ingeniero/licenciado, pero te sigues amarrando los zapatos con el mismo nudo que los albañiles y el resto de los humanos.

No entiendo a esta generación de la que formo parte que querían dinero en enormes cantidades y decidieron estudiar en la universidad cuando el campo de la prostitución, las drogas, la venta de televisores o los cupcakes ha estado siempre ha su alcance.

El hijodeputa antisemita de Henry Ford se lo tuvo bien montado. Creó masas de trabajadores gigantescas y los daba sueldos que ellos invertían en comprar los mismos Ford que estaban armando. Llegó la WWII y USA consiguió producir una cantidad de empleo abrumadora para abastecer la maquinaria de guerra, se alcanzó el pleno empleo y USA era la quinta maravilla del mundo. Luego llegaron los robots y nos toca a nosotros, los susodichos profesionales, ser la mano obrera del mundo.

¿Puedes hornear cupcakes? ¿Puedes bailar en un bar de putas? ¿Sabes vender televisores? El hecho que hayas puesto 5 años de tu vida en pausa para aprender matemáticas no te hace una mejor persona, te hace un ingeniero, profesión que fue descartada por la gente que hornea cupcakes, vendedores de TV, putas y narcotraficantes.

El verdadero valor de tu carrera, es que cuando tengas 50 años no vas a tener que dejar de bailar en bares o acostarte con tus clientes porque la gravedad derrotó tus tetas. No vas a tener que morir asesinado por la competencia y tu carrera profesional escala con el tiempo. He ahí la apuesta real que hiciste sobre tus decisiones profesionales.

Molesta la gente que va por la vida preguntándole a todo el mundo que no tiene un título cuánto ganan. El otro día conocí a un pescador noruego que gana 20 mil dólares al mes y no estoy escribiendo esto desde un barco. Cada quien tiene el trabajo que quiere.

Cuando tengas 60 años vas a tener un status profesional, una carrera, y una serie de conocimientos que no dependen de objetos que tengas en un depósito, comida en el horno, o abdominales. Todos estos son recursos temporales y agotables.

¿Quieres hacer dinero? Ve y haz dinero. Nadie te lo impide, solo vas a tener que esforzarte. Pero el dinero, a diferencia del conocimiento, se acaba.

buenochao!

3 comments:

Anonymous said...

Bueno, muy bien. Aunque supongo que lo que sucede es que la gente va desvirtuando la preocupación y terminan preguntándose cuanto ganaría si no hubiese ido a la universidad, pero creo que la cuestión fundamental es por qué no estoy ganando lo que otros de mi profesión. Hay mucho ingeniero millonario a los 23, la preocupación de fondo es ¿Qué estoy haciendo mal? y desde luego la incertidumbre de si realmente algún día habré conseguido el conocimiento que quería. Eso tampoco está garantizado.

Luego hay otros casos en los que hay una segunda preocupación: no escogí la carrera que realmente quería porque la segunda opción era más lucrativa, y si de todas formas voy a ganar una tontería, hubiese escogido arte o literatura. Y siempre tendré la duda de si hubiese sido un buen artista o escritor.

Pues adiós,

www.urbe18.wordpress.com

José Villarroel said...

¡Bravísimo! Este tiene que ser uno de los mejores post que he leído en mi vida. Te agradezco enormemente porque me has ayudado a abrir los ojos, pues desde hace unas semanas he estado pasando por un periodo de confusión en el que sé si seguir en mi carrera de ingeniería, si de verdad quiero esto para mi futuro, incluso pensé en aprovechar el tiempo para otras cosas y así... Pero me has abierto los ojos, ¡GRACIAS!

Soy @ElNovioDeLaAlta en Twitter, por si interesa. ;)

José Villarroel said...

Quise decir que NO supe si seguir con mi carrera de ingeniería.