May 4, 2013

ProcrastiNation

Hola, mi nombre es Cristian E. Caroli y soy un procrastinador.



Así hubiera empezado mi primera sesión de rehabilitación. Durante los últimos 8 meses he tenido un problema: no he sabido emplear mi tiempo.

Ahí estaba yo. Abría una pestaña para abrir las mismas páginas que ya estaban abiertas. Y cuando me sentaba a escribir, escribía en todos lados menos en donde tenía que escribir.Y entendí que esto era un cáncer cuando las ideas que se me ocurrían eran pequeñas, las historias que antes me emocionaba extender ahora me abrumaban por su amplitud. Desde mi perspectiva del tiempo, cualquier tarea se me hacía inalcanzable. Entendí que no era que estaba perdiendo mi tiempo, es que tenía miedo a utilizarlo.

Tenía miedo a dedicarle tiempo a un libro que puede que no funcione, a una relación que no florezca o a un post que nadie lea. Mis inseguridades habían llegado al único lugar donde me consideraba una persona segura: mi creatividad.

Y entonces lo entendí, me había encerrado en el presente. Cada notificación era una excusa. Actuamos como si los chats se fueran a desaparecer, los replies de Twitter fueran a desintegrarse y alguien fuera a borrar sus comentarios en Facebook. Lo peor del caso es que cada una de estas notificaciones no tiene trascendencia alguna. La mayoría de las cosas que lees hoy en Internet son irrelevantes mañana. Somos nosotros los que nos distraemos con un flujo de información que no nos deja construir nuestros proyectos. Es fácil aceptar que un tweet salió mal o a nadie le gustó el link que compartiste. No hiciste sacrificio alguno. Pero cuando inviertes tanto tiempo, tanto esfuerzo, y te lanzas a los leones a pelear, y aún así el público apunta con su pulgar hacia abajo, no es fácil. A veces tenemos miedo de lanzarnos a los leones.

Cada tres meses prometía algo estúpido como abandonar todo y poner mi vida en orden. Sin entender que no puedes abandonar tu vida para hacer tu vida. Solo lo decía en voz alta, tal como si mencionar Beetlejuice 3 veces hiciera aparecer a Michael Keaton. No tenía que organizar mi tiempo, tenía que usarlo. Mi tiempo estaba ahí.

Llegué a un punto en el que sentí que la Tierra no iba a rotar a menos que yo me pusiera a dar vueltas. Pero rota. Se me olvidó que las playas se construyen con granos de arena. Al final, somos nosotros los que tenemos miedo de terminar lo que empezamos porque tal vez no había que empezarlo en primer lugar. No, no somos nosotros, soy yo.

Y cuando ya sabes la debilidad de tu archienemigo, sabes cómo derrotarlo.

No dejes para nunca lo que puedes hacer ya.

buenochao!

No comments: