Era el año 2005, yo creía en el amor y no me estaba quedando calvo. Estaba en casa de Zinahia viendo una película, Crash (2004), se termina y suena una canción. Y ahí estaba yo, con 21 años viendo una película descargada con Emule oyendo una canción que no tenía nada que ver con la película. Lo primero que hice al llegar a la casa fue descargar la discografía de la banda, actividad que me tomó como 2 horas para luego quemar un CD que utilizaría cada vez que me sintiera como si Charlie Brown hubiera crecido viendo MTV y oyendo rock británico.
No le digo a la gente lo mucho que me gustan porque es como explicarle a tus amigos que te gusta hablar con tus padres sobre chicas para recibir halagos innecesarios y apoyo incondicional.
Durante esos meses me rompieron el corazón más veces de las que se puede romper. No tenía una banda con la que sentirme miserable, así que Stereophonics se llevó ese título. Hoy en día no sé si escucho Stereophonics porque me siento miserable, o busco de sentirme miserable para escuchar Stereophonics.
No tengo ni idea de cómo luce cualquier videoclip de Stereophonics. Solo he visto el concierto de ellos en el Live 8. Usualmente cuando los escucho estoy conduciendo daydreaming sobre dimensiones donde no me siento como un perdedor o acostado en mi cama viendo al techo esperando que un meteorito venga a hacernos lo mismo que le ocurrió a los dinosaurios.
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